Sólo son ordenes.

La siguiente historia vuelve a ser un sueño, algo irreal, tal vez más extraña y rara que las demás. Pero los sueños, sueños son.

Me despiertan rápido, quizás más de la cuenta: Estoy mareado. Sin darme cuenta casi estoy en la calle, todo tiene un tono azulado y oscuro. Como una noche mágica.
Estoy con mi padre que corre nervioso, creo que está perdido. Pero estamos al lado de casa, no es lógico.
Nos metemos en la cochera y en vez de los coches hay dos huecos en el suelo. Mi padre saca el mando de la cochera y le da a un botón; todo empieza a temblar. Me dice que le de al botón que hay en la columna de al lado. Le doy; una compuerta en el suelo se abre, junto con toda la cochera, que deja al descubierto el cielo azul marino. Del hueco del suelo sale un misil, de marca "Mitsubishi". Y sale disparado hacia arriba.
No entiendo nada, y le pregunto a mi padre: Me dice que Obama ha dicho que hay que bombardear Alguazas, y que todo el mundo está lanzando misiles. Salimos de nuevo a la calle, a lo lejos se ve el humo salir como si fuera un volcán. Alguazas había desaparecido del mapa.
¿Por qué lo hicimos?¿Simplemente porque Obama lo dijo?
No lo sé, pero... ¿y si pasara algo por el estilo? Si un líder espiritual o político dijera o más bien ordenase que sus súbditos hicieran algo que para cualquier persona con unos principios éticos y morales está mal. ¿Se haría?
Las guerras del Islam, algo de historia, su objetivo era la paz. Ellos creían que lo que hacían estaba bien.
Pensad en ello.

Carlos.